16 sept 2011

¿Qué es el indoeuropeo?

¿Sabías que idiomas tan distintos como el inglés, el alemán, el noruego, el lituano, el francés, el español, el ruso, el griego o el polaco —entre muchísimos otros— vienen todos de una misma lengua común? Si creyéramos en el mito de la Torre de Babel, podríamos decir que esta lengua era la que hablaba mucha gente de la prehistoria antes de emprender la construcción de la torre. Esta lengua, de la que obviamente no quedan testimonios, ha recibido el nombre “común” de indoeuropeo, aunque sería más correcto hablar de proto-indoeuropeo.

En verde oscuro, los países donde se habla una lengua indoeuropea de forma oficial; en verde claro, países donde una lengua indoeuropea es cooficial. Se ve claramente que gran parte del mundo es de habla indoeuropea.

Todos sabemos que el español viene, en mayor o menor medida, del latín, gracias a las conquistas de Roma en la Península Ibérica. Pero el latín, entre otras muchas lenguas, se formó a partir de una lengua común que es este proto-indoeuropeo. Este idioma se formaría en torno al año 3000 a.C. sobre la zona de las actuales Armenia o el sur de Ucrania. No se conservan testimonios escritos y es una lengua reconstruida por lingüistas a partir de comparaciones de las lenguas que habrían surgido de ella.

A partir de las migraciones de los pueblos indoeuropeos que hablaban esta lengua desde su lugar de origen hacia lo largo y ancho del mundo, se fueron creando diferentes dialectos que en principio sería el indoeuropeo occidental “centum” (azul) y el indoeuropeo oriental “satem” (rojo). Por supuesto, con el paso de los siglos, estas dos primeras variedades se irían fragmentando en nuevos dialectos que pasarían a constituir las variantes como la germánica (que a su vez se dividiría muy posteriormente en inglés, alemán, sueco, etc.), la itálica (con el latín y posteriormente las lenguas romances como el español), la indo-irania o indo-aria (con idiomas importantes como el sánscrito o el persa), etc.
Por todo esto, no es de extrañar que algunas palabras excesivamente comunes y de primera necesidad como números y palabras para designar vínculos familiares sean muy parecidas en lenguas distintas. Veamos algunos ejemplos (atención al cambio que suele haber entre te y de, ambas consonantes dentales):
  • Padre: pater en latín, father en inglés, Vater en alemán, etc.
  • Hermano: frater en latín, brother en inglés, Bruder en alemán, etc. (en castellano se conservan palabras como “fraternal”)
  • Uno: unus en latín, one en inglés, eins en alemán, etc.
  • Dos: duo en latín, two en inglés, zwei en alemán, etc.
  • Tres: tres en latín, three en inglés, drei en alemán, etc.
  • Me (pronombre personal átono de primera persona): me en latín, me en inglés, mich/mir en alemán, etc.
  • : tu en latín, thou en inglés (antiguo), du en alemán, etc.
Y así una larguísima lista de palabras que se conservan muy parecidas en una grandísima variedad de lenguas del mundo. Sin embargo, cabe aclarar la distinción entre palabras con la misma raíz de origen (como la lista de arriba) y un préstamo como tiene el inglés del latín a cientos (por ejemplo, substance es un préstamo inglés del latín substantia, -ae).

Noticia original de aquí 


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